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La Tartienda de Morgana
Para un moldecillo de unos 18 cm de diámetro necesitarás:
200 g de mantequilla (yo uso margarina 3/4)
200 g de azúcar
4 cucharadas soperas de nata líquida (de la de montar, pero sin montar)
4 huevos medianos
200 g de harina (para repostería, pero sin levadura)
Aromas (vainilla en polvo, esencia de naranja o de limón, o lo que a ti te guste añadir)
Colorantes (en gel o pasta)
Preparación:
Empieza batiendo a conciencia la mantequilla con el azúcar y la nata, hasta que el conjunto esté bien esponjoso y haya aumentado mucho su volumen. Mejor con varillas mecánicas, o con robot de cocina (tipo Kitchenaid). Yo suelo añadir el aroma en esta fase.
Separa las claras de las yemas y reserva las claras. Las yemas, las vas añadiendo a la espuma de mantequilla y azúcar una por una, y sin dejar de remover. No añadas la siguiente hasta que la anterior no esté bien integrada. Cuando tengas todo bien mezclado y esponjoso, añade la harina, tamizándola sobre la crema y moviéndola después con mucho mimo y movimientos envolventes, para perder la menor cantidad de aire posible (recuerda que el bizcocho no lleva impulsores químicos, así que en esto de conservar el aire nos jugamos que el bizcocho no sea un auténtico ladrillo).
Monta las claras a punto de nieve. Agrega a las claras la mitad de la masa de yemas y mezcla de nuevo, con movimientos envolventes y suaves, con una espátula. Cuando casi tengas las claras integradas, incorpora el resto de la masa y remueve todo el conjunto con mucho mimo hasta que ya no te queden “grumos” de clara.
Es el momento de encender el horno a unos 160ºC y preparar el molde. A mí me gusta engrasarlo y forrarlo de papel antiadherente, aunque para hacer las pruebas de este bizcocho usé un molde de esos de aluminio de los de congelar las albóndigas, que son comodísimos. Te digo que enciendas ahora el horno porque si lo haces al principio y tu horno es tan ¡¡*?&@%%?”/ como el mío, después el bizcocho se quema por arriba, los patrones se deforman y “la lías parda”, así que “más vale prevenir”… Total, todavía queda como media horita preparando el patrón.
Ahora vamos a teñir la masa para conseguir los colorinchis que necesitamos. Por lo general, la masa más abundante suele tener un tono clarito (el que la masa tiene de por sí, casi blanco), el centro de las manchas un tono un poco más oscuro (en este caso, es un naranja casi rojizo para que no hubiera dudas) y las partes laterales de las manchas son siempre las más oscuras (en este caso, marrón oscuro).
¿Cuánta cantidad hay que teñir de cada color? Pues, sinceramente, tendrás que ir probando. He hecho el bizcocho 4 veces y todavía no tengo claro cómo proceder, porque depende mucho del tamaño de manchas de hagas. Para el bizcocho de las fotos, yo he sacado como dos cucharadotas soperas bien colmadas de masa y las he teñido de naranja y como tres y media, o cuatro, las he teñido de marrón. Sea como sea, más vale que sobre que no que falte. A veces pienso que es mejor preparar 5 huevos de masa en lugar de 4 e ir sobraditos y, lo que sobre, para cupcakes o para un bizcochito pequeño. Pero mi horno no puede con tanto.
Para no remover mucho la masa y no perder aire, yo lo que hago es sacar un pelín de masa a un vaso de chupito, disuelvo allí el colorante en gel o pasta con el mango de una cucharilla y luego voy añadiendo esa masa teñida concentrada a la que tengo apartada para teñir, de a poquitos y en la cantidad que necesite para conseguir el tono que quiero. Puede que sobre un poquito de masa teñida en el vaso de chupito sin usar, porque si la echas toda te queda demasiado oscuro. No pasa nada. Recuerda: colorante naranja para la cantidad de masa menor y colorante marrón para la mediana. La masa que envuelve todo no la hemos teñido, se queda con su color natural.
Cuando ya tengas tus masas teñidas, tienes que preparar 3 mangas pasteleras. Una de ellas, al menos, que sea grande (la de la masa de fondo, la más clara), las otras dos pueden ser más pequeñas. Rellena las dos pequeñas con las masas de color, cada una con un color distinto y rellena la otra con la masa clara PERO NO LA ECHES TODA. Déjate un poco de masa en el bol para “la base y la tapa”, por así decirlo.
Recorta la punta de las mangas. En las de color, con un agujero más o menos fino, la más grande puede llevar un agujero mayor.
Aprovechando la masa que queda en el bol, pon un “culín” de masa en tu molde con la ayuda de una cuchara o de una espátula que cubra todo el fondo y… ¡¡¡Vamos por el patrón!!!
Coge la manga con la masa más oscura (marrón) y dibuja con ella círculos concéntricos en el molde. Por lo general sólo caben dos. Puede que tengas que hacer varias pasadas de manga para conseguir el tamaño que quieres. Deja espacio entre círculo y círculo para que luego se puedan distinguir las manchas.
Ahora coge la manga con la masa intermedia (naranja) y dibuja con ella otros círculos concéntricos que casi tapen los anteriores. Las manchas de los leopardos son irregulares, unas abiertas, otras casi cerradas, otras abiertas por dos lados… Así que no te preocupes demasiado por alcanzar la perfección.
Pon otra capa de masa oscura sobre la intemedia y, por último, rellena todos los huecos con la masa más clara. Echa un poco de masa clara para crear una fina capa de separación y ahora…
A empezar otra vez! El mismo proceso para hacer tu segunda capa de manchas. Si colocas los círculos en diferentes diámetros esta vez, las manchas te quedarán después menos paralelas al corte. Yo no lo he conseguido del todo, pero seguro que tú consigues que te salgan estupendas.
Terminada la segunda capa de manchas, tapa los huecos y cubre todo con la masa clara (con cuidado de no presionar ni mover la masa para no deformar las manchas) y… ¡¡¡ al horno !!! Tardará en cocerse unos 40-45 minutos, dependerá del horno. Si pinchas y el pincho sale limpio de masa, es que el bizcocho está hecho. Sácalo y déjalo que se enfríe antes de desmoldarlo. Cuando ya esté tibio, gíralo sobre una rejilla y deja que se enfríe completamente.
Algunos consejos:
LA MASA NO DEBE LLEVAR LEVADURA. La levadura juega malas pasadas, porque hace que las figuras se deformen con el horneado.
Cuanto más fiable sea tu horno, mejor te saldrán este tipo de bizcochos. El mío es para echarle de comer aparte y hacer un trabajo de este tipo con él es poco menos que jugar a la ruleta rusa.
No vale cualquier masa. Debe tener una consistencia muy determinada, para que las manchas aguanten y no fluyan diluyéndose en algo indefinible.
La técnica sirve también para bizcochos cuadrados (en ese caso sólo tendrás que hacer rayas con la masa, no círculos, y tendrás que acordarte muy bien de en qué sentido van porque si lo cortas en el que no es, pierdes todo el efecto) y para cupcakes, pero no he probado ninguno de los dos, así que no os puedo decir nada desde la experiencia.
http://www.themarymaryskitchen.com/2011/02/cupcakes-para-san-valentin.html
RECETA DE RAINBOW CAKE DE POSTREADICCION
hermosas decoraciones, estupenda pagina....<3
ResponderEliminarlinda las decoraciones de las tortas eres espectacular gracias por compartir.
ResponderEliminarMe encantan estas recopilaciones que haces, son taaan útiles!!
ResponderEliminarTengo un montón de ellas en mi lista de favoritos, en cola a ver cuándo encuentro un rato para hacer las cosas que voy viendo...
Gracias y un abrazo!
http://www.metienestarta.blogspot.com.es/
Gracias guapisimas por vuestros comentarios! besotes
ResponderEliminarMe encantó todas muy hermosas y sabrosas; me imagino
ResponderEliminarTodo espectacular ☺️
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