No hay nada más bonito que el amor y aunque llegaras sin vida a este mundo desde que supimos de tu existencia, te quisimos amor mío.
Después de siete meses de estar en mi vientre te fuiste. Ha sido duro y sigue siéndolo con el paso de los días, recordar cómo fue, pero no nos queda otra cosa que intentar superar tu pérdida. Como te dijimos estarás siempre junto a papá y mamá.
Ver tu carita fue una de las sensaciones más bonitas que papá y yo podemos recordar: eras igual que tu hermano cuando nació, con esos monfletes regordetes, tus hermosos labios y tanto pelo negro. Nos encantó acariciarte, tocar tu piel suave y calentita de bebé y darte esos besos llenos de amor.
No hay nada mejor en el mundo que ser padres y tú nos lo demostraste por segunda vez.
Adiós pequeñín, adiós Maut como siempre te llamó tu hermano Eric, que te quiere y mira al cielo buscándote.
A todos los que nos acompañaron en esos momentos: familia, amigos y personal del hospital que supieron en cada momento darnos su cariño y su amor: muchas gracias por estar a nuestro lado con vuestras llamadas y mensajes. Y sobre todos a nuestros sobrinos Camilo, Kilian, Marina, y Martina, que aun siendo unos niños lo han sentido como adultos: gracias por vuestros besos y abrazos.
Me quedo sin palabras ante la carta que escribes en esta entrada. Yo he pasado por algo igual y se como te sientes en estos momentos. Mi apoyo y abrazos.
ResponderEliminarTu blog me encanta, me hago seguidora.
Gracias Sonia. Mil besos
ResponderEliminarCristina