Ingredientes
5 manzanas
250 gr de azúcar
400 ml de agua
1 vaina de vainilla —o en su defecto, unas gotas de esencia de vainilla o una cucharada de azúcar avainillado—
5 manzanas
250 gr de azúcar
400 ml de agua
1 vaina de vainilla —o en su defecto, unas gotas de esencia de vainilla o una cucharada de azúcar avainillado—
Preparación
1. Pelar unas manzanas, descorazonarlas y cortarlas en cuadrados.
2. En una cacerola, llevar a ebullición el agua y el azúcar a fuego fuerte.
3. Con un cuchillo de punta fina abrir una vaina de vainilla, raspar el interior y recuperar algunos granitos, incorporarlos al almíbar y poner la vaina también.
1. Pelar unas manzanas, descorazonarlas y cortarlas en cuadrados.
2. En una cacerola, llevar a ebullición el agua y el azúcar a fuego fuerte.
3. Con un cuchillo de punta fina abrir una vaina de vainilla, raspar el interior y recuperar algunos granitos, incorporarlos al almíbar y poner la vaina también.
4. Echar las manzanas cortadas en el almíbar hirviendo. Bajar el fuego y tenerlo 15 minutos a fuego lento —o 5 minutos en olla en el primer anillo de vapor—.
5. Cortar un círculo de papel de horno de la medida de vuestra cazuela, para ponerlo por encima cuando la retiremos del fuego y dejar enfriar. De esta manera no se oxidan las manzanas.
6. Para servir, escurrirlas del almíbar con delicadeza, para que no parezca mermelada, y decorarlas con la vaina de vainilla.
Como curiosidad, os dejo en qué se diferencia la compota, de la confitura y de la mermelada.
- Compota: la manzana cuece con agua, mientras que la mermelada y la confitura, no.
- Mermelada: lleva sólo manzanas y azúcar. Cuece sin agua, sólo con el jugo que suelta la manzana.
- Confitura: lleva un 20% más de azúcar que la mermelada.
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