Tartita per Sant Jordi!!!
En Capadocia había
un dragón que
atacaba al reino. Muertos de miedo, los habitantes decidieron entregarle cada
día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre y que no atacase la villa.
Pero cuando los animales empezaron a escasear se decidió enviar a una persona
-escogida por sorteo- y un cordero. Aquella familia que veía cómo un miembro
era devorado por el dragón recibía, a cambio, todo tipo de riquezas como
compensación.
A partir de aquí, hay dos versiones de la leyenda:
por un lado, que el pueblo se cansó de que ningún miembro de la familia real
fuera enviado y que por tanto debía ser la princesa quien fuera devorada y, por
otro, que un día fue la princesa la escogida por sorteo para acompañar al
cordero. Sea como fuere, de camino hasta la cueva del dragón, la princesa se
encontró al caballero Jorge y éste, matando al dragón clavándole su espada, la
rescató. De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa
roja que el caballero le entregó a la princesa.
El rey ofreció al caballero todas las riquezas a
imaginar, pero él prefirió que se repartieran entre los habitantes del reino.
Además, se construyó una iglesia en su nombre, de la cual brotaba un agua
milagrosa que era capaz de curar a los enfermos.
Es por ello que en Cataluña y en partes de la Comunidad Valenciana es costumbre
cada 23 de abril que los hombres regalen rosas a las mujeres, como si de un
caballero y una princesa se trataran. Ellas les regalan un libro, recordando el
enterramiento y fallecimiento respectivamente de dos grandes de la literatura: Cervantes y Shakespeare.
Fuente: Wikipedia.
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